Los perros siempre deben transportarse en el asiento trasero, debidamente sujetos con arneses y pretales en combinación con los cinturones de seguridad del vehículo o en caniles; no pueden ir sueltos. Por eso, acá va una guía rápida con detalles a tener en cuenta cuando se piensa en viajar con las mascotas.
Antes de partir
- No cambiarle la dieta bruscamente. Realizar un ayuno sólido mínimo de 6 horas ayuda a evitarle vómitos o malestar gástrico.
- Darle un paseo para que realice sus necesidades.
- Si es muy nervioso, consultar al veterinario si es prudente darle una medicación.
- Llevar alguno de sus juguetes, revisar que tenga su identificación y portar el certificado de vacunación.
Errores al viajar
- Llevar junto con los perros elementos que lastimen a ellos y a los ocupantes en caso de un incidente.
- Realizar viajes en auto muy largos como primeras experiencias para el animal.
- No colocarle la correa antes de bajarlo del auto.
- Si viaja solo para ir al veterinario, no lo siente como algo placentero.
- Dejarlo dentro del habitáculo con las ventanillas cerradas.
- Un perro suelto dentro de un vehículo puede distraer al conductor o afectar el dominio de los comandos (volante, pedales, selectora) y provocar un siniestro. A 100 km/h, un perro de 20 kg multiplica su peso por 30, golpeando a una persona como si pesara 600 kg.
- Que asome la cabeza por la ventana o se lance fuera del auto pone en riesgo a los demás usuarios de la vía.
En el habitáculo
- El perro debe viajar en el asiento trasero, fijado por el cinturón de seguridad.
- Usar una manta o cubreasiento. Mantener una temperatura adecuada: no debe tener calor ni frío.
- Programar paradas durante el viaje para que tome agua, haga sus necesidades y coma.
Fuente: La Nación